Mallorca tiene un cierto encanto en mayo que es difícil de explicar con palabras, pero fácil de sentir. El aire es cálido, el cielo es azul suave y constante, y la isla aún se está despertando del invierno, con todo floreciendo, pero nada precipitadamente.
Este es el punto dulce antes de que empiece la temporada alta. Las playas están tranquilas. Las calles están tranquilas. Aún puedes entrar en un café local y encontrar una mesa con vistas al mar, o caminar por un sendero costero sin cruzarte con otra alma. Los lugareños se mueven a su propio ritmo y, si lo permites, la isla te invita suavemente a hacer lo mismo.
En Travila, siempre hemos creído que viajar no consiste sólo en ver un lugar, sino en sentirlo. Y mayo ofrece una versión de Mallorca maravillosamente íntima y tranquilamente lujosa. Es la época del año en que la isla parece tuya.
Con la naturaleza en plena floración y el Mediterráneo invitando ya al baño, todo está en perfecto equilibrio. Puedes pasar la mañana explorando pueblos soñolientos o puestos de mercado, la tarde estirado bajo el sol, y la noche con una copa de vino en la terraza, con nada más que el sonido del mar de fondo.
Para esta época del año, nos encanta recomendar casas que encajen con el ambiente de la estación: tranquilas, elegantes y conectadas con el paisaje.
Villa Can Ferrando es una de nuestras mejores elecciones. Situada en primera línea de Cala Santanyí, esta villa ofrece vistas ininterrumpidas al mar, magníficos espacios de vida al aire libre y una especie de estilo mediterráneo sin esfuerzo que da la sensación de ser lujoso y relajado a la vez. Aquí las mañanas empiezan con café y brisa marina, y terminan con largas cenas mientras el sol se pone más allá de los acantilados.
A la vuelta de la esquina está la Casa de Playa Sa Barca, una encantadora casa de playa que captura todo lo que nos gusta de la vida costera en primavera. A sólo unos pasos de la arena, es luminosa y ventosa, perfecta para una relajada escapada en mayo. Piensa en baños tempranos, almuerzos descalzos en la terraza y tardes tranquilas con un libro y el sonido de las olas.
Mayo en Mallorca no consiste en hacer más. Se trata de hacer menos, y disfrutarlo más profundamente. Es una oportunidad de volver a conectar con la sensación de libertad que puede aportar el viaje, cuando no hay prisas, aglomeraciones ni una planificación excesiva.
Si estás pensando en una escapada primaveral, ahora es el momento. Antes de las multitudes. Antes de las prisas. Cuando Mallorca aún está tranquila, floreciente y completamente inolvidable.
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